Hace unas pocas semanas, tras una apertura llena de mascarillas, distancias de seguridad y mesas en la cena más vacías que de costumbre, mi móvil – ese aparatito inteligente que siempre nos acompaña – curiosamente en lugar de establecer como ubicación en las fotos de aquella memorable noche: “Colegio Mayor Santa María”, como era lo habitual, simplemente lo llamó “Casa”.

Y es bastante curioso como un gesto así puede llegar a llamarme tanto la atención, porque sin lugar a dudas no habría una palabra que mejor definiese estos primeros meses de vuelta, tras todo el caos vivido durante la cuarentena.

Quizás es adornar en exceso una situación que con creces ha tenido sus dificultades. Sin embargo, si algo me ha enseñado la pandemia es a ver el lado bueno de todas y cada una de las situaciones que se me presenten.

Es por ello, que a pesar de haber vivido meses o semanas donde casi la mitad del colegio tenía que guardar cuarentena, tener que prescindir de las repletas mesas del comedor, o incluso, no poder visitarnos en nuestras respectivas habitaciones durante un tiempo, las Colegialas hemos intentado hacernos la vida, entre todas, mucho más sencilla, adaptándonos a una “nueva normalidad” que fuera, dentro de lo posible, lo menos forzada.

Este año, tercero, lo tomaba con respeto, ya era veterana del mayor y era una responsabilidad. Muchas de mis amigas que me han acompañado todos estos años ya habían dejado el colegio y me enfrentaba a una situación en la que volvía como una novata al lugar en el que he vivido durante 3 años. Para mi sorpresa, es el año que más en casa me siento. Las amistades que quedan se refuerzan, aquellas con las que había menor trato se afianzan, y surgen nuevas que siguen llenándome tanto como las primeras. Si algo he aprendido de toda esta situación es que, sea como sea, esta siempre será mi casa por las personas que la conforman, y una pandemia solo nos hará volver con mascarillas y unas cuantas medidas de seguridad, pero adaptándose a los cambios todo avanza y sigue su curso. 

Irene Garrido Calabria
3º de Derecho

1 comentario en “Veterana del mayor… una responsabilidad”

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